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La Inteligencia Artificial (IA) es una de las tecnologías más revolucionarias y prometedoras de nuestro tiempo. Sin embargo, también genera muchas dudas y temores sobre su fiabilidad, ética y seguridad. ¿Podemos confiar en la IA para que nos ayude en nuestras tareas, proyectos y decisiones? ¿Qué garantías nos ofrece de que no va a vulnerar nuestra privacidad, derechos o valores?

La Inteligencia Artificial Generativa (IAG) es una rama de la IA que se encarga de crear contenido nuevo y original a partir de datos existentes como textos, imágenes, sonidos o vídeos. La IAG tiene un gran potencial para las empresas de hoy, ya que les permite automatizar tareas creativas, personalizar productos y servicios, optimizar procesos y mejorar la experiencia de los clientes. 

¿Te has imaginado alguna vez cómo sería tener un asistente virtual para el trabajo? ¿Un compañero inteligente que te apoye con tus tareas, que te ofrezca sugerencias y soluciones, que te inspire y te motive a mejorar en temas como la redacción y la creación de contenido empresarial? Pues deja de imaginarlo porque ese asistente existe y se llama Copilot.

La Inteligencia Artificial, el aprendizaje automático y el aprendizaje profundo (AI/ML/DL) se han vuelto temas importantes para las empresas a medida que la adopción de la IA generativa (gen AI) aumenta rápidamente.  Al respecto, la consultora Gartner estima que el 85% de las organizaciones habrán utilizado interfaces de programación de aplicaciones (API) de IA de generación o implementado aplicaciones habilitadas para IA hacia 2026.

Debido al auge de los negocios y servicios digitales de la actualidad, se espera que las empresas de TI presten una mayor cantidad de facilidades con una rapidez nunca vista. No obstante, la realidad es que un entorno de TI basado en varios sistemas operativos (SO) se torna tan complejo que puede retrasar la implementación, aumentar el tiempo de inactividad y presentar riesgos de cumplimiento y seguridad.