Infraestructura hiperconvergente: tendencia sinónimo de escalabilidad y eficiencia.

La tecnología tiene que avanzar de acuerdo con las necesidades de los negocios. Lo que era una prioridad para los líderes de TI en los años 90, dejó de serlo en la década de 2010 y así sucesivamente. De allí la relevancia de mantenerse actualizados y garantizarles a las empresas un soporte tecnológico de vanguardia.

Por ejemplo, desde los años 90 la infraestructura de centro de datos fue diseñada en torno al almacenamiento SAN para proteger la información y alimentar las bases de datos críticas. Este modo de operar se convirtió en tendencia finalmente con la denominada era de la virtualización que llegó a principios de los 2000.

No obstante, conforme las empresas iban expandiéndose y haciéndose más dependientes de la tecnología, la infraestructura de centro de datos basada en SAN comenzó a mostrar falencias; no crecía a medida que lo hacían las necesidades de los negocios, era compleja, poco manejable y los equipos de TI no alineaban sus requerimientos con sus respuestas. En definitiva, mutó a una especie de “elefante blanco” organizacional.

Considerando lo anterior, las primeras organizaciones en dar un paso adelante fueron las que basaban su operatividad en la web y las redes. Este tipo de empresas desarrollaron tecnologías de sistema distribuido que les brindaron los componentes que precisamente la infraestructura de centro de datos tradicional no ofrecía: escalabilidad, confiabilidad y eficiencia operacional.

Así, a finales de la década del 2010 se hizo un hito en el mercadeo de TI pues las empresas web extrapolaron su innovación al resto de compañías dando nacimiento al concepto de infraestructura hiperconvergente (HCI) que, hoy en día, continúa siendo la preferida dentro de las organizaciones que quieren ser competitivas y evolucionar conforme el panorama de TI cambia.

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¿Qué es y cómo entender a la infraestructura hiperconvergente?

La infraestructura hiperconvergente, en términos prácticos, combina servidores, redes y almacenamiento en una plataforma distribuida con software inteligente. Esto permite la creación de bloques de construcción flexibles que sustituyen a una estructura tradicional (servidores, almacenamiento y redes, todo por separado).

Con esta tendencia, los recursos informáticos, de almacenamiento y de redes se integran a través de un sistema unificado que a su vez está compuesto por un hipervisor y software que modifica y administra el almacenamiento y las redes. De esa manera, al hacer que los recursos virtualizados sean hiperconvergentes entre sí, los equipos de TI pueden gestionarlos fácilmente a través de una sola interfaz.

Nube e hiperconvergencia, aliados y complemento.

Aunque la nube pública se ha posicionado en los últimos años como el soporte imprescindible de muchos negocios debido a sus funcionalidades flexibles y costo eficientes, muchos líderes y gerentes de TI encuentran contradicciones en términos de administración y gobernabilidad de herramientas como las aplicaciones empresariales.

Esto es así porque construir e implementar aplicaciones en nubes públicas amerita una serie de conocimientos especializados que muchos profesionales dentro de las empresas no poseen, derivando en desafíos de seguridad y control de la información.

Frente a esa realidad, la infraestructura hiperconvergente mantiene muchas de las tecnologías de sistema distribuido que poseen las nubes públicas, lo que permite a las organizaciones de TI construir nubes privadas con las mismas ventajas. Es como tener la flexibilidad de la nube pública en el entorno de TI privado de la empresa.

Los servicios de infraestructura hiperconvergente también pueden extenderse a las nubes públicas logrando así una verdadera experiencia de nube híbrida que, en el caso de las aplicaciones, permite implementarlas y administrarlas con las mismas herramientas y procedimientos, junto a una migración eficiente de datos y servicios.

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Ventajas que lo pondrán a pensar seriamente en la infraestructura hiperconvergente.

• Costos llamativos: las infraestructuras definidas por software suelen tener un costo menor al ejecutarse en servidores comerciales y no en dispositivos costosos de un solo uso.
  Asimismo, al permitir que se ejecuten varias funciones en un solo servidor se reduce el footprint del negocio y se minimizan recursos generales, energéticos y de espacio físico. 

• Escalabilidad y flexibilidad garantizadas: la hiperconvergencia de la infraestructura permite ampliar los recursos informáticos, de almacenamiento y de red considerando la demanda que tenga el negocio.

• Administración de ensueño: la hiperconvergencia le permite consolidar una infraestructura general más fácil de operar a través de una plataforma.

“La infraestructura hiperconvergente permite que las empresas sean más conscientes en el uso y despliegue de la tecnología que soporta sus procesos de negocio. Esta tendencia y su auge demuestran que lo que los líderes y equipos de TI quieren es más gobernabilidad, control y supervisión sobre sus plataformas y servicios tecnológicos, aunado a una experiencia Cloud de extremo a extremo. Controles Empresariales acompaña ese objetivo a través de fabricantes como HPE con su modelo de pago por uso de GreenLake”, comenta Martín Barragán, líder de línea en Controles Empresariales.