2022 avanza y lo hace de manera exitosa. Conforme la reactivación económica se fortalece, el sector TI potencia su posicionamiento como uno de los rubros indispensables para subsanar las profundas heridas que ocasionó la pandemia. Tanto es así que grandes consultoras como IDC, Gartner y el Boston Consulting Group han vuelto a posicionar a la ciberseguridad, el viaje a la nube y las aplicaciones con inteligencia artificial (IA) como constantes dentro del mundo empresarial.
En ese sentido, en primer lugar, vale la pena mencionar que gracias a la globalización, los recursos e innovaciones tecnológicas han impactado en la mayoría de países de una forma nunca antes vista: rápida, contundente y masiva. Y, justo en ese escenario, las empresas se han destacado por ser los principales impulsores de procesos encaminados a lograr una apropiación tecnológica y digital integrales.
Bajo ese entendido, las organizaciones más audaces y resilientes han estructurado planes de adopción tecnológica apuntándole a dos factores cruciales: la experiencia del cliente y la productividad del colaborador. Y no es fortuito; de acuerdo con un informe del Instituto McKinsey & Company, son tres las prioridades más relevantes que continuarán catapultando el rendimiento organizacional en la era posterior a la pandemia: la excelencia digital, las interacciones seguras y sin contacto y el conocimiento dinámico y profundo de los clientes.
Este tipo de conceptualizaciones se han circunscrito a un macro proceso muy conocido por la mayoría de personas y compañías: la transformación digital. Y Colombia no se ha quedado atrás; de acuerdo con Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), más del 62% de las empresas nacionales adelantan programas y procesos relacionados con temas de adopción de tecnologías emergentes.
Ciberseguridad, IA, nube e hiperautomatización, signos destacables de las empresas más competitivas
A finales de 2020, Gartner, la consultora especializada en el mercado TI, reseñó las nueve tendencias que marcarían el rumbo de la adopción tecnológica dentro de las empresas para 2021, dentro de las cuales se mencionaban la hiperautomatización, la nube distribuida, la teleoperatividad, la ciberseguridad y la ingeniera de inteligencia artificial (IA).
Y resultó siendo un pronóstico acertado. A lo largo del último año, las compañías más resilientes implementaron soluciones digitales en su operatividad caracterizadas, por ejemplo, por contar con Chatbots que a través de inteligencia artificial son capaces de brindar una atención oportuna a los requerimientos de los clientes.
Sin embargo, aunque este tipo de prácticas permitieron consolidar empresas más alineadas con las necesidades de sus usuarios finales, a largo plazo también impactaron de manera eficiente en el desempeño de las plataformas y aplicaciones como los CRM (Customer Relationship Management) y los ERP (Enterprise Resources Planning). Gracias a esto, hoy las organizaciones cuentan con aplicaciones de uso interno más sofisticadas y que garantizan una respuesta y monitoreo en tiempo real sobre los procesos organizacionales más críticos en el día a día.
Con el despliegue de soluciones digitales más rápidas y que reducen el Time to Market, las compañías pudieron darle continuidad a prácticas como el trabajo remoto las cuales han sido relacionadas con una mayor productividad. Un estudio realizado por Great Place to Work® a más de 800.000 colaboradores de las organizaciones Fortune 500 lo demostró: la mayoría de consultados declaró que los niveles de productividad se mantuvieron o fueron incluso mayores a partir del teletrabajo.
Desde luego, este mecanismo de operatividad empresarial requirió, al tiempo, consolidar plataformas tecnológicas robustas que soportaran las aplicaciones digitales, entre otros recursos. Para tales efectos, la nube continuó consolidándose como una aliada imprescindible para las compañías, no solo por su gran capacidad de almacenamiento, sino también por permitir la transmisión masiva de datos e información que tecnologías como el IoT requieren.
Y dentro de este escenario promisorio de adopción tecnológica que ha primado desde hace dos años, no puede dejarse de lado el destacable enfoque que las organizaciones hicieron sobre la seguridad digital de sus operaciones. En ese sentido, arquitecturas como la malla de ciberseguridad fueron priorizadas dentro de las empresas, lo que permitió pasar de una seguridad digital perimetral a una con énfasis preventivo en cada arista del negocio; desde las operaciones y el relacionamiento interno de los colaboradores, hasta las aplicaciones disponibles para los usuarios finales.
Un futuro brillante: algunas cifras que dejará la digitalización de 2022 en adelante
2022 no ha sido la excepción. Como es bien sabido, la tecnología y sus diversas innovaciones continúan siendo fomentadas dentro de las organizaciones desde procesos simples como la migración a una nube pública, privada o híbrida. Esto, desde luego, le seguirá brindando un lugar prioritario dentro de la agenda de las altas gerencias empresariales a tendencias esenciales como la digitalización de los procesos internos y externos.
Precisamente al respecto, IDC, otra de las grandes consultoras, prevé que, en 2022, alrededor del 65% del Producto Interno Bruto global será impactado por la digitalización. Además, una encuesta realizada a más de 100 compañías en América Latina encontró que los empresarios regionales prevén que, para 2025, más del 40% de su facturación provendrá de productos, servicios y/o experiencias digitales. En 2020 esta cifra fue del 30%.
Como se ha visto, 2021 y 2022 han sido escenarios para poner prueba lo que las empresas aprendieron durante el 2020 con la crisis sanitaria; se potenció el trabajo remoto, se desarrolló mayor consciencia sobre la ciberseguridad y se hizo más énfasis en el desarrollo de aplicaciones para la satisfacción de los clientes. Estas tendencias no pueden quedar atrás, al contrario, se deben fortalecer en los próximos años. Caminar en esta dirección demostrará cuáles organizaciones incursionarán con mayores probabilidades de éxito en los nuevos tiempos, y cuáles se quedarán en el terreno de la vulnerabilidad.